Francisco José
Blog de Arte de Francisco José.
martes, 8 de agosto de 2017
viernes, 4 de agosto de 2017
miércoles, 12 de julio de 2017
A una monja que reza (Audio)
Aquí pongo el audio de mi poema "A una monja que reza". La magnífica voz de la recitación corresponde a Jorge del Nozal, un polifacético artista y una persona ejemplar.
Este poema lo escribí hace unos días. No me llevó más de 20 minutos componerlo, por que llevaba muy bien la idea y las vivencias adentro. Es así, por que la tarde-noche que lo escribí, me vino a la memoria el tiempo en que yo, de niño, volvía de la escuela por la tarde y solía encontrarme a alguna monja por la calle. El recuerdo que tengo hacia ellas es una especie de respeto y admiración; me parecían personas muy especiales (yo creo que de hecho lo son :) ). Seguramente habrá personas que enseguida digan: pues hay monjas que no son tan buenas ni especiales.... Pues sí, igual que hay albañiles o secretarias que no son buenas ni especiales. Estamos hablando de personas. De todas formas, en general me parecen personas especiales, mujeres al servicio de Dios y de la Humanidad. Con ese recuerdo de niñez me fue muy fácil escribir el poema, por que me salía muy fácilmente y muy sentido.
Yo he oído decir más de una vez que la inspiración no existe. Picasso lo aclaró un poco mejor y dijo que la inspiración sí existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Yo también creo que la inspiración existe, y fue esa inspiración que encontré esa tarde, recordando unos hechos de la niñez, la que me permitieron escribir este poema muy fácilmente y de una forma muy sentida. Sin esa inspiración se podría trabajar e intentar depurar cualquier poema que se lleve a cabo; incluso quedaría un poema perfecto técnicamente, pero si no existe una inspiración, el poema no tendrá ese sentimiento requerido que distingue cuando hay de verdad "ángel" y cuando no. Resumiendo: cuando la inspiración viene, hay que ponerse a trabajar :)
Este poema lo escribí hace unos días. No me llevó más de 20 minutos componerlo, por que llevaba muy bien la idea y las vivencias adentro. Es así, por que la tarde-noche que lo escribí, me vino a la memoria el tiempo en que yo, de niño, volvía de la escuela por la tarde y solía encontrarme a alguna monja por la calle. El recuerdo que tengo hacia ellas es una especie de respeto y admiración; me parecían personas muy especiales (yo creo que de hecho lo son :) ). Seguramente habrá personas que enseguida digan: pues hay monjas que no son tan buenas ni especiales.... Pues sí, igual que hay albañiles o secretarias que no son buenas ni especiales. Estamos hablando de personas. De todas formas, en general me parecen personas especiales, mujeres al servicio de Dios y de la Humanidad. Con ese recuerdo de niñez me fue muy fácil escribir el poema, por que me salía muy fácilmente y muy sentido.
Yo he oído decir más de una vez que la inspiración no existe. Picasso lo aclaró un poco mejor y dijo que la inspiración sí existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Yo también creo que la inspiración existe, y fue esa inspiración que encontré esa tarde, recordando unos hechos de la niñez, la que me permitieron escribir este poema muy fácilmente y de una forma muy sentida. Sin esa inspiración se podría trabajar e intentar depurar cualquier poema que se lleve a cabo; incluso quedaría un poema perfecto técnicamente, pero si no existe una inspiración, el poema no tendrá ese sentimiento requerido que distingue cuando hay de verdad "ángel" y cuando no. Resumiendo: cuando la inspiración viene, hay que ponerse a trabajar :)
lunes, 10 de julio de 2017
A una monja que reza
A una monja que reza
Me
gusta verla en la iglesia,
con
el alma doblada en sus ojos,
con
el pecho cargado de fuego
y
su rostro de suaves sonrojos.
Fuente
de amores perpetuos
se
adivina en su andar sereno,
se
desliza, como muerto, el silencio
al
ancho cuenco de su seno.
Me
gusta verla en la iglesia,
arrodillarse
ante Jesús escondido,
despojada
de todo su cuerpo
y
su yo terrenal vencido.
Sus
manos en palma florida
se
aprietan contra su pecho.
Y
se llena la iglesia de rayos
que
inundan mi alma de acecho.
Parece
que more en su rostro
sublime
luz de fuente astral.
Parece
que ocupe la dicha
el
hueco azul de su forma carnal.
Y
es Dios quien se muestra silente
en
la humilde monja que reza,
ajena
de ser el divino espejo
que
derrama Su luz en mi alma entera.
Poema de Francisco
José. 8-Julio-2017.
Santa Clara, pintura de Francisco Domingo Marques
miércoles, 5 de julio de 2017
Caminito
Caminito
Caminito
de mi infancia,
polvoriento
y cansado,
ahora
que te siento
de
mis pasos apartado,
revive
en mi alma,
distanciada
y añorante,
aquél
niño que fui,
despreocupado
y errante.
Yo
sigo en el sendero
de
este mundo tan extraño;
tú
sigues cobijando
aquellos
juegos de antaño.
Me
acompañas en la noche
oscura
de mi alma,
cuando
busco en el silencio
un
leve soplo de calma.
Y
es entonces que mi mente
se
alimenta de tu erario,
de
tu eco en la distancia,
caminito
solitario.
Y
los pies de mi memoria
te
pasean dulcemente,
caminito
siempre vivo…
¡Definitivamente
ausente!
sábado, 1 de julio de 2017
Capuchinas y cerámica
Un pastel sobre papel. Lo pinté en el año 2016. Pinchar en la imagen para agrandar.
Francisco José. 1 Julio 2017.
Francisco José. 1 Julio 2017.
miércoles, 28 de junio de 2017
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